viernes, 20 de febrero de 2015
Enero recién pasado fue el más seco de los últimos 50 años en la zona sur de Chile
La Dirección Meteorológica señaló que los valores de lluvia caída de este enero fueron los más bajos registrados si comparamos todos los enero de los últimos 50 años, en relación a lo que debiese llover. En esta zona, eminentemente ganadera, apenas cayó 1,8 mm de agua el mes pasado, cuando lo normal es que lluevan 48,4 mm. El déficit de 95,4% se repite o llega al 100% entre La Araucanía y Los Lagos, sin que se vean lluvias en el horizonte cercano y poniendo en aprietos a nuevas zonas del área costera de esas regiones.
jueves, 15 de enero de 2015
Presentan proyecto que busca mejorar gestión del #agua del sistema Paloma
La iniciativa
es liderada por la Pontificia Universidad Católica de Chile y financiada por la
Fundación para la Innovación Agraria.
Ante una mesa
técnica conformada por representantes de distintos servicios públicos y
de ejecutivos y representantes gubernamentales fue presentado esta mañana el
proyecto “Desarrollo de un Sistema de Gestión Operacional para las Aguas de una
Cuenca”, iniciativa liderada por la PUC y financiada por la Fundación para la
Innovación Agraria.
El estudio
busca entregar una nueva herramienta de gestión y administración del agua de
una cuenca y está siendo desarrollado por la casa de estudios desde hace dos
años en la zona.
Guillermo
Donoso, profesor de la Universidad Católica y director del proyecto, señaló las
implicancias de la labor que desde hace 24 meses han trabajado con la Comunidad
de Aguas del Sistema Embalse Paloma (CASEP). “Lo que
buscamos en cómo mejorar la toma de decisiones para gestionar y manejar el
agua. Frente a un periodo largo de sequía, en una situación crítica, en ese
momento uno se pregunta si hemos hecho bien las cosas o no. Con esta
herramienta que hemos trabajado con ellos, genera mucha más información, me
genera la posibilidad de conocer impactos de iniciativas que estoy pensando.
Por lo tanto, me permite con más información, tomar mejores decisiones”.
Donoso explica
que “el sistema completo, construido entre los 50’s y 70’s , tiene una serie
hidrológica y climática que analiza hacia atrás. Entonces, en base a esa
realidad, toma decisiones de cómo se debe manejar el agua. Esa regla de
operación se mantiene hoy día. Cuando la hidrología es distinta, cuando nuestra
pluviometría ha bajado, cuando los periodos secos son más largos, la inquietud
es: ¿cómo puedo mejorar? ¿cómo puedo cambiar lo que hago para enfrentar esto?
Pero hay una preocupación de equivocarse”.
El profesor de
la UC agrega que los usuarios de las cuencas “tienen que contar con una
herramienta que les permita ver qué podría ocurrir. Que les vaya auto enseñando
para tomar las decisiones”.
Reacciones
Entre los
asistentes se encontraba el presidente de la CASEP, José Eugenio González quien
señaló que “nos parece importante que todas las obras que se planifiquen en la
cuenca, tienen que estar insertas en este modelo”.
Remarcó que
“hay un artículo en el Código de Aguas que en los últimos años, con la lógica
del mercado se ha ido perdiendo y que es básica para la gestión: todas las
aguas de una cuenca forman parte de la corriente principal. De manera que si
esto no está bien ordenado lo que se hace arriba influye aguas abajo y
viceversa. Esta herramienta nos va a permitir ordenar y planificar” y agregó
que “será fundamental para el desarrollo futuro de la cuenca”.
Para Eduardo
Fuentealba, delegado regional para los Recursos Hídricos manifestó que la cita
"ha sido de las más interesantes en que me ha tocado estar" y destacó
que “la CASEP, ha recogido el interés del FIA y han hecho una alianza con la
Universidad Católica muy interesante para desarrollar este modelo predictivo,
que les permite a los regantes tomar las mejores decisiones”.
En tanto el
encargado regional de Fundación para la Innovación Agraria, Mariano López, hizo
una positiva evaluación de la reunión y destacó “la articulación publica que se
está produciendo en torno a que un instrumento que técnicamente nos puede
entregar insumos para la planificación, la administración y la gestión del
recurso tanto en época lluviosa o con sequía, tiene que validarse desde el
ámbito público y también desde el ámbito privado, lo que se está haciendo por
parte de la CASEP y ahora lo debe hacer los Servicios Públicos”.
Si bien
reconoció que “el trabajo que hace el Gobierno en medidas de largo plazo,
muchas veces no sale en las portadas”, remarcó que “esto se puede transformar en
una herramienta para la planificación de la inversión pública, para la toma de
decisiones y una herramienta muy importante para los usuarios del agua en torno
a cómo pueden administrar mejor” y subrayó que “el modelo se podrá replicar en
todas las cuencas de la región”.
Mas Información:
https://www.dropbox.com/s/tablxsjpigd4pnd/Presentaci%C3%B3n%20mesa%20h%C3%ADdrica.pdf?dl=0
jueves, 18 de diciembre de 2014
El Sector de Agua Potable y Saneamiento de Chile
Durante la década de los 80s, el sector de
agua potable y saneamiento estaba dominado por los servicios de abastecimiento
de agua estatales. La inclusión de los operadores privados se inició en 1988. En
la actualidad seis regiones cuentan con servicios sanitarios completamente
privatizados y ocho regiones con servicios sanitarios concesionados. Es así como al año 2014, 95,5% de los clientes
son atendidos por empresas privadas (Figura 1).
Fuente SISS (2013)
Figura 1: Sector Sanitario
Chileno
La cobertura de abastecimiento de agua en
zonas urbanas en 1997 era de 99,3%, a través de operadores propiedad del estado
(ver Figura 2). Además, el 91,6% de la población urbana tenía acceso a la
colección de alcantarillado y se trataba sólo el 16,7% de las aguas residuales.
El principal problema del sector a fines de los 80s era el déficit de
inversión. En ese entonces, las empresas estatales invertían alrededor de US$
150 millones anuales. Sin embargo, se estimaba que la inversión que se requería
para el período 1995 – 2000 era de aproximadamente US$ 2.400 millones. De este
requerimiento, un 63% debía destinarse a tratamiento y disposición de aguas
servidas y el saldo a inversiones para cubrir el déficit de agua potable y
alcantarillado.
Fuente SISS (2013)
Figura 2: Crecimiento y
Evolución Sector Sanitario Chileno
El marco legal
sobre el cual se basa la operación de las empresas sanitarias data de 1988. Las
principales características de este son:
- Separación el rol del regulador del rol de proveedor del servicio;
- Establecimiento de reglas claras, transparentes y comunes para todos los operadores, independiente de si son municipales, concesionados o privatizados;
- Fijación de tarifas eficientes que permiten el autofinanciamiento de los operadores;
- Establecimiento de un subsidio estatal a familias de menores ingresos, que asegura la accesibilidad al servicio; y
·
El derecho a los operadores a cortar
el servicio en caso de morosidad.
El Decreto
1199-2005 del Ministerio de Obras Públicas establece el reglamento de las
concesiones sanitarias de producción y distribución de agua potable y de
recolección y disposición de aguas servidas y de las normas sobre calidad de
atención a los usuarios de estos servicios. La Concesión consiste en un derecho
exclusivo entregado a un operador para el otorgamiento de los servicios
sanitarios en un área urbana determinada.
El titular de la concesión está sujeto a una serie de obligaciones:
·
Entrega un servicio en forma
continua y de calidad;
- Sujeto al régimen tarifario; y
- Ejecución de un plan de inversiones.
- El plan de inversiones establece los requerimientos de inversión para hacer frente a los aumentos de demanda, asegurando la continuidad y calidad del servicio.
- Otorgamiento de concesiones,
- Fiscalización del cumplimiento del plan de desarrollo establecido por el operador,
- Fijación de tarifas eficientes que aseguran el autofinanciamiento, y la
- Fiscalización de la continuidad y la calidad del servicio[1].
La SISS aplica multas a los operados por los siguientes conceptos:
·
Deficiencias calidad, continuidad servicios;
·
Cobros indebidos;
·
Daños redes;
·
Infracciones que ponen en peligro salud población;
·
No cumplimiento ley concesiones;
·
No cumplimiento plan de desarrollo;
·
Entrega de información incompleta, falsa o manifiestamente errónea.
En el caso de incumplimientos reiterados la
SISS puede decretar la caducidad de la concesión. Al caducarse la concesión, se
origina la toma de posesión de la administración de estos activos por parte de
la SISS, la que nombra un administrador provisional y se re-licita la concesión
de manera que una empresa nueva se haga cargo de la distribución de agua y
servicios.
Los objetivos del modelo tarifario chileno son:
- · Financiar los costos de operación, mantenimiento, y las necesidades de inversión y reposición del operador;
- Financiar un margen de explotación del negocio consistente con el costo alternativo del capital para los operados privados;
- Incentivar ganancias de eficiencia en la provisión del servicio sanitario; y
- Lograr que las ganancias de eficiencia se traduzcan en menores tarifas para los clientes.
- Proveer una señal de precios adecuada para el uso racional del recurso
Los niveles de
tarifas para cada concesionaria se determinan
cada 5 años. Las tarifas se fijan
en base a la solución de Coase de tarifas múltiples o en dos partes. Es así como la tarifa (t) se descompone en
una tarifa fija y una variable (t) (Figura 3).
La tarifa variable se fija de manera de lograr un óptimo de Pareto;
formalmente, la tarifa variable se fija de manera de igualar el valor que asignan los
consumidores a la última unidad consumida (valoración marginal) con el costo de
producir dicha unidad (costo marginal). Sin embargo, como se
desprende de la Figura 3, este nivel de tarifa no cubre los costos medios
totales, por lo que la empresa sanitaria operaria con pérdidas. Por ende, se establece una tarifa fija de
manera de cubrir los costos medios de largo palazo, satisfaciendo el objetivo
de financiar un margen de explotación del negocio
consistente con el costo alternativo del capital para los operados privados. La tarifa fija corresponde a la diferencia
entre la tarifa (t) y la tarifa variable (t).
Elaboración Propia
Figura 3: Fijación de
tarifas para los operadores de servicios sanitarios
El esquema tarifario busca simular un
mercado competitivo, con una libre entrada de competidores al mercado. El
objetivo final de la aplicación de este concepto es llegar a costos eficientes de
los operadores del servicio sanitario. Esto se logra al fijar las tarifas para
una empresa modelo. En el DFL N°70,
artículo 8, que es la base para estimar lo costos involucrados en la
determinación de las fórmulas tarifarias, se define una empresa modelo del
sector sanitario como una empresa prestadora de servicios sanitarios diseñada
con el objeto de proporcionar en forma eficiente los servicios sanitarios
requeridos por la población, considerando la normativa y reglamentación vigente
y las restricciones geográficas, demográficas y tecnológicas en las cuales
deberá enmarcar su operación. Esta empresa
modelo corresponde a una empresa sin activos, que debe realizar las inversiones
necesarias para prestar su servicio, y elabora un plan de desarrollo de
inversiones. Como las tarifas eficientes
cubren los costos de corto plazo, no se generan los incentivos para que el
operador realice las inversiones para asegurar la continuidad del servicio y hacer
frente a los aumentos de demanda.
El
plan de desarrollo establece un programa de inversión óptima que asegura que el
operador se adapte a su tamaño óptimo; esto sería equivalente a que se fijaran
las tarifas para cubrir los costos marginales de largo plazo. Dado que la empresa real enfrenta un
escenario de precios predeterminados por un periodo de 5 años, tiene incentivos
para ser eficientes, dado que obtiene las rentas por sobre lo que habría
obtenido el modelo de empresa eficiente.
A partir de la empresa modelo, se realiza
el cálculo de tarifas para el siguiente quinquenio (ver Figura 4), en base al
cálculo del costo incremental de la empresa modelo. El costo incremental de desarrollo es aquel
valor equivalente a un precio unitario constante que, aplicado a la demanda
incremental proyectada, genera los ingresos requeridos para cubrir los costos
incrementales de explotación eficiente y de inversión de un proyecto de
expansión optimizado del operador (artículo 4, DFL Nº70 MOP). Luego de calcular las tarifas eficientes, se
compara la recaudación con los costos totales de largo plazo. En el caso que las tarifas no cubran estos
costos, se aplica un factor de ajuste de manera que las tarifas permitan a los
operadores autofinanciarse.
Fuente SISS (2003)
Figura 4: Etapas del proceso técnico de tarificación en base a la empresa
modelo
El procedimiento indicado anteriormente, lo
realiza la autoridad (SISS) y el operador de la sanitaria siguiendo las bases
establecidas por la SISS el año antes del vencimiento de las tarifas. Si
existen discrepancias entre las tarifas propuestas por la SISS y la empresa
sanitaria, ambas partes tienen un plazo de 30 días para presentar en lo que no
se está de acuerdo. De seguir habiendo
discrepancias entre las empresas reguladas y la SISS, se recurre a un panel de
expertos; este panel consta de tres peritos: uno elegido por la SISS, otro por
la empresa concesionada y el tercero por ambos. La decisión tomada por este
panel es definitiva y ellos determinan las tarifas finales (Figura 5).
Fuente SISS (2003)
Figura 5: Etapas del proceso de fijación de tarifas definitivas.
Al final del proceso, se establece la
tarifa fija, tarifa variable en período no-punta, tarifa variable en período
punta, tarifa variable de sobreconsumo en período punta, la tarifa variable por
el servicio de alcantarillado y la tarifa variable de saneamiento. En los meses
de verano, en los cuales sube la demanda de agua, se establece una tarifa
variable por el sobreconsumo. El sobreconsumo se define como el volumen de agua
(m3) consumidos por sobre el promedio de los consumos mensuales
entre abril y noviembre de cada año. Las
tarifas variables en período punta y de sobreconsumo en período punta se fijan
con el objetivo que el consumidor internalice los mayores costos asociados a la
provisión del servicio durante el período estival. Dichas tarifas están basadas en el esquema de
tarificación peak load pricing. Esta distinción en las tarifas es eficiente
desde la óptica de la asignación de recursos, en la medida en que las demandas
en los períodos de alta tiendan a financiar los requerimientos de capacidad.
Como se señaló anteriormente, el operador
del servicio sanitario debe garantizar la continuidad y la calidad de los
servicios. Sin embargo, el Artículo 35°
del DFL 382 del Ministerio de Obras Públicas establece que la continuidad y la
calidad de los servicios sólo podrán ser afectadas por causa de fuerza
mayor. En el evento de que la falta de
provisión de agua se debiera a fuerza mayor, y los operadores se ven obligados
a suscribir contratos de provisión de la misma, se establecerán nuevas tarifas
que incorporen el efecto de este mayor costo. Las nuevas tarifas regirán
mientras no se supere la fuerza mayor.
[1] El Ministerio de Salud se preocupa de
vigilar la calidad del agua en los servicios sanitarios que no están bajo la
jurisdicción de la SISS y también oficializa las normas de calidad de las
aguas.
martes, 9 de diciembre de 2014
lunes, 8 de diciembre de 2014
Inclusión del análisis de incertidumbre en propuestas y proyectos de adaptación al Cambio Climático
Los impactos del Cambio Climático presentan una serie de nuevos desafíos a nivel global. La
búsqueda de estrategias para mitigar y adaptarse a estos impactos representa uno de los
principales problemas a los que se enfrentan los tomadores de decisiones a nivel mundial. El
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, 2001), muestra la
existencia de diversos intentos por cuantificar monetariamente los beneficios y costos vinculados
al Cambio Climático (CC). Sin embargo, muchos de estos estudios no consideran el efecto de la
variabilidad climática y de los extremos climáticos, con lo que se tiende a subestimar las pérdidas y
sobreestimar las ganancias económicas. Una adecuada planificación de las inversiones, debe
basarse en posibles escenarios y efectos en los sistemas hidrológicos (Arnell et al. 1996). Por
ende, para contemplar estrategias de adaptación adecuadas para el caso de Chile, primero se
deben contemplar los reales impactos a escala regional.
búsqueda de estrategias para mitigar y adaptarse a estos impactos representa uno de los
principales problemas a los que se enfrentan los tomadores de decisiones a nivel mundial. El
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, 2001), muestra la
existencia de diversos intentos por cuantificar monetariamente los beneficios y costos vinculados
al Cambio Climático (CC). Sin embargo, muchos de estos estudios no consideran el efecto de la
variabilidad climática y de los extremos climáticos, con lo que se tiende a subestimar las pérdidas y
sobreestimar las ganancias económicas. Una adecuada planificación de las inversiones, debe
basarse en posibles escenarios y efectos en los sistemas hidrológicos (Arnell et al. 1996). Por
ende, para contemplar estrategias de adaptación adecuadas para el caso de Chile, primero se
deben contemplar los reales impactos a escala regional.
Las proyecciones indican que, dentro de las posibles consecuencias del CC para Chile central,
habría un aumento de la temperatura junto con una importante disminución en la precipitación.
Estos cambios quedan demostrados en un estudio realizado por Vicuña et al. (en revisión), en
donde se investigan los caudales de la cuenca del Río Limarí, para tres condiciones
meteorológicas: histórica y futuras, esta última bajo dos escenarios de emisión de gases de efecto
invernadero. En un escenario de simulación de las condiciones hidrológicas proyectadas para el
periodo futuro 2070-2100, se concluye que la cobertura de demanda de agua para riego
disminuye ostensiblemente debido a un cambio relevante en la disponibilidad de agua asociada a
estos escenarios climáticos. Ahora bien, los resultados no incluyen modificaciones con respecto a
las actividades agrícolas en la zona, es decir, no se modificaron las superficies cultivadas, el tipo de
infraestructura utilizada, ni los patrones de cultivos. La realización de alguno de estos cambios o
introducción de medidas de adaptación podría mejorar las condiciones de cobertura de demanda
en la región reduciendo de esta manera la magnitud de estos impactos. Es importante en este
sentido incorporar estrategias de adaptación a nivel nacional para prepararse frente a los 2
impactos del Cambio Climático especialmente en sectores altamente sensibles a los cambios
climáticos como es el sector agrícola.
Es esencial integrar la incertidumbre dentro de las instituciones gubernamentales como medida de adaptación al CC, con el objetivo de hacer más eficiente su actuar y la selección de proyectos. Por medio del uso de protocolos y objetivos que contemplen las proyecciones de CC, será posible evaluar la pertinencia de proyectos de riego en cuanto a su factibilidad con un panorama de incertidumbre; perfeccionar o ajustar el diseño de proyectos o herramientas de acuerdo a estas proyecciones, así como también, lograr establecer prioridades entre distintos proyectos, en cuanto a los beneficios que cada uno presenta. Sin embargo, para lograrlo, es necesario primero definir el período de tiempo a considerar, junto con un modelo que pueda ser utilizado de forma genérica para la evaluación de los proyectos y propuestas.
La inclusión del análisis de incertidumbre de las condiciones climatológicas para periodos futuros con un horizonte cercano (2010-2040) puede acotar los niveles de incertidumbre y posibilita la orientación de las políticas públicas asociadas al riego hacia una adaptación real al Cambio Climático.
viernes, 21 de noviembre de 2014
La productividad del agua: No es un indicador útil para la gestión óptima - por Dr. Dennis Wichelns, Bloomington, Indiana, US
Muchos autores en los últimos años han sugerido que se requieren aumentos en la productividad del agua para garantizar la seguridad alimentaria en el 2050 y más allá. Algunos autores llaman para aumentar la 'cosecha por gota "o" valor por gota ", en la agricultura de riego. Esas frases son esencialmente análogas a la idea de aumentar la productividad del agua, que a menudo se define como la relación entre alguna medida de la producción (ya sea en masa o el valor de los cultivos) el agua aplicada o transpirado.
A primera vista, la llamada a aumentar la productividad del agua parece apropiada y convincente, dada la evidente necesidad de aumentar la producción agrícola para satisfacer la creciente demanda de alimentos. Sin embargo, la productividad del agua, tal como se define en la literatura, es simplemente una medida de la producción total o valor total, dividido por la cantidad de un solo insumo utilizado en la producción - agua. La relación resultante describe la cantidad promedio de la producción o el valor asociado con el agua aplicada o consumida. La relación no describe la productividad incremental del agua, y no toma en cuenta las aportaciones de otros insumos en la producción de cultivos. Por estas razones, la productividad del agua no puede servir como un indicador de la eficiencia económica, se requiere la consideración de las ganancias y los costos adicionales, incluyendo los costos de oportunidad.
Seguir leyendo: http://www.globalwaterforum.org/2014/11/11/water-productivity-not-a-helpful-indicator-of-farm-level-optimization/
A primera vista, la llamada a aumentar la productividad del agua parece apropiada y convincente, dada la evidente necesidad de aumentar la producción agrícola para satisfacer la creciente demanda de alimentos. Sin embargo, la productividad del agua, tal como se define en la literatura, es simplemente una medida de la producción total o valor total, dividido por la cantidad de un solo insumo utilizado en la producción - agua. La relación resultante describe la cantidad promedio de la producción o el valor asociado con el agua aplicada o consumida. La relación no describe la productividad incremental del agua, y no toma en cuenta las aportaciones de otros insumos en la producción de cultivos. Por estas razones, la productividad del agua no puede servir como un indicador de la eficiencia económica, se requiere la consideración de las ganancias y los costos adicionales, incluyendo los costos de oportunidad.
Seguir leyendo: http://www.globalwaterforum.org/2014/11/11/water-productivity-not-a-helpful-indicator-of-farm-level-optimization/
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